En el escenario de uno de los episodios más trascendentales de la Baja Edad Media inglesa -la guerra de las Dos Rosas (1455-1485)-, tiene lugar la trama de esta novela, una obra no sólo cargada de interés y amenidad sino además estructurada de una manera que encaja como un reloj suizo. En La Flecha Negra aparecen el amor, la juventud, la aventura y la nobleza, el bosque umbrío y el mar plagado de peligros. Incluso no falta un grupo de proscritos que se reúnen y se esconden en el bosque de Tunstall bajo el nombre de La Flecha Negra: una cofradía constituida bajo el signo de hacer justicia por unos crímenes que quedaron impunes y que han de ser totalmente castigados.